Hasta ahora el sector construcción, principalmente por el mantenimiento de proyectos en curso, era uno de los motores que ayudaba a sostener el crecimiento y las expectativas. Ese escenario cambió: aunque las obras que ya superaron el “punto de no retorno” seguirán adelante, la inversión sectorial caerá fuerte arrastrando la del resto de los sectores y afectando el empleo. Así se desprende de las proyecciones 2020 entregadas este miércoles 9 de enero por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) -entidad controladora de PAUTA-, que prevén un retroceso de 7,7% anual de la inversión sectorial, la mayor caída desde la crisis subprime de 2009. Esto se debe al alto nivel de incertidumbre, que implicaría postergar inicios de obras tanto de edificación como de infraestructura. La cifra proviene de un desplome de 11,9% en la inversión en vivienda (pese al mayor gasto público, que de todas formas no logra compensar el fuerte retroceso privado) y una baja de 5,4% en la inversión total en infraestructura, principalmente por la recalendarización de proyectos no mineros ni energéticos de carácter productivo de empresas públicas y privadas de diversos rubros. La entidad gremial también estima un descenso en la inversión total, llegando a -8,2% en 2020, cifra que duplica la proyección del Banco Central de -4%. Asimismo, la CChC también es más pesimista que el ente emisor respecto del PIB del año en curso: si en diciembre el BC cifró la expansión económica para 2020 en un rango de entre 0,5% y 1,5%, el gremio constructor apuesta a una cifra aún más baja, en el rango entre -0,7% y 0,3%, que incluso es más pesimista que la de los agentes privados, recogida en la Encuesta de Expectativas Ecónomicas.